martes, febrero 10, 2009

Cargaba en los ojos una tristeza enorme

Cargaba en los ojos una tristeza enorme
y llevaba gafas para proteger al mundo de su mirada.

Andaba por los 35 y los aparentaba,
con el pelo cano y la apariencia desgarbada,
parecía un buen tipo pero no puedo decir que lo fuera,
era tan reservado que no habría mucha gente que de verdad lo conociera.

No era amigo mío sin embargo pudo haberlo sido,
si el lo hubiera querido.
Pude verlo reir como niño, pocas veces pero reir,
supe de sus pocos amigos que no guardaba para sí nada de lo que pudiera dar.

La última vez que lo vi fue tambien la ultima vez que lo vieron por aquí
conversamos mucho porque él tenía muchas ganas de que le oyeran,
movía las manos al contarme lo que pasaba por su cabeza
pero siempre parecía que habia cosas que no terminaba de decir.

Me dijo soy como Cíclope, el de los x-men,
llevo gafas para proteger al mundo de mi mirada,
pero no era fuego lo que habia en sus ojos
sino un hondo mar marrón claro lleno de tristeza.

Nunca llegué a saber si era un buen tipo en realidad
pues cargó al hombro sus 35 años y su risa de niño
y se fue sin despedirse incluso de sus amigos,
dicen que para proteger al mundo de su tristeza.

sábado, febrero 07, 2009

Just a perfect day

El atlántico es un pozo calmo, que se agita en infinitas olas pequeñitas al paso de nuestro bote. Un pozo repleto de bichitos luminosos que nos hacen sentir como si navegáramos en un mar fosforescente. Casi no hay viento, y casi no podemos ver las estrellas de tanta luz que va de abajo hacia arriba.

Me dijiste un día, llévame a alguna isla de Colombia y hoy es ese día prometido. Cansados de tanto jugar y perseguirnos por la playa estamos ahora en este bote, acariciándonos, dándonos todo lo que quisimos darnos.

Estamos abrazados, completamente desnudos, agitados y sonrientes. No decimos nada, no hace falta. Hemos dejado al tiempo y a todo lo demás abandonados en la playa, junto a nuestra ropa.

Estamos abrazados y no queremos soltarnos, te beso repetidamente en los labios y tu me miras y miras como queriendo memorizar cada facción mía.

El bote se va deslizando lentamente en este mar iluminado, y nosotros somos como dioses ahora. Acerco mis labios a tu oido y te digo gracias por tanta felicidad, tu ries encantada y besas todo mi rostro.

En mi cabeza empieza a sonar la voz de Lou Red cantando "just a perfect day" y empiezo a cantar yo para tí.