Hubo un tiempo en que llegué a pensar que eran posibles los milagros y me encaminé hacia esa posibilidad. Hoy estoy al borde del abismo y los milagros siguen altos y lejanos. No puedo volver atrás. No hay un camino de retorno. Hacia adelante sólo está el vacío y hacia él caigo ahora. Gracias a quienes pasaron por aquí a dar una mirada a mis turbulencias. Adiós.