Juegas a inventarle nombres a la tristeza
a inventarle imágenes que se pegan en las paredes
le hablas al viento escuchando tu voz como un ruido extraño
abres los brazos y miras al cielo pero no agradeces.
Te sientas al borde de la cama
juegas a borrar todo lentamente hasta llegar a tí mismo
cierras los ojos y empiezas a disolverte
total estás solo y la soledad no es más que un poco de aire estancado.
Sé que si miro al cielo insistentemente haré llover, pero no lo haré, no desmentiré lo mágico en mí.
lunes, diciembre 14, 2009
jueves, diciembre 03, 2009
Vendrá la muerte y tendrá tus ojos
Que tonto soy, piensa, mientras desactiva el limpiaparabrisas, que unos segundo antes activó instintivamente, confudiendo lágrimas con lluvia. Sujeta con una mano el timón, y con la otra se limpia los ojos, bruscamente. Cambia de emisora, mira de nuevo al horizonte y pisa el acelerador. Intenta ser más veloz que los recuerdos que lo persiguen.
Al intentar evitar pensar en hechos, vienen tumultuosamente a su cabeza imagenes, como fotografías desplegandose velozmente en la pantalla de un ipod touch al pasarles el dedo encima. Viene a su cabeza su mirada, sus expresiones al hablar, al llorar y al reir. Sus ojos van tomando forma cada vez más nítidamente, acercándose veloces como dos luces que quieren entrar en él y atravesarlo. Adoro esa mirada, piensa, mientras las luces están por alcanzarlo ya.
Lo último que recuerda, antes del ruido seco de metales y plásticos que se rompen, es que en la radio sonaba una canción que muchas veces quizo saber quien la cantaba, pero que nunca lo descubrió.
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