El reconocimiento de las propias limitaciones es el punto de partida para lograr la perfección.
Hace bastante tiempo que, en un acto de contricción sincera, asumí todas las limitaciones que me eran posibles asumir (salvo las vergonzosas, pero eso es otra historia).
Hace bastante tiempo entonces, que me encuentro parado en el punto de partida de mi perfección...
El reconocimiento de las propias limitaciones es una mierda.
Hace bastante tiempo que, en un acto de contricción sincera, asumí todas las limitaciones que me eran posibles asumir (salvo las vergonzosas, pero eso es otra historia).
Hace bastante tiempo entonces, que me encuentro parado en el punto de partida de mi perfección...
El reconocimiento de las propias limitaciones es una mierda.
15 comentarios:
Hola Lobo, pasé por tu Blog y felizmente descubrí que no es denso, como sí fueron tus comentarios en el Blog de Alma. Será un gusto visitarte seguido, también.
Hummmm...reunión de amigos!!
Hugo, el reconocimiento de las propias limitaciones será una mierda, pero si no sabes donde tienes tus fronteras, ¿como diablos te vas a plantear echarlas abajo?
Dicen algunos por ahí que desde niños las vamos creando cuando oímos comentarios como: no sirve para dibujar, jamás será un buen atleta, los estudios no son lo suyo...
...y cuentan también que sólo nos calan si "nos lo creemos"
Un abrazo amigos!
Hola!definitivamnete hay que sacarnos las limitaciones, sean cuales sean y de ahi seguirnos a nosotros.No creo que estes tan lejos de encontrar un punto de donde partir hacia vos.
Te mando un beso
jajaja, me parecio barbaro, la vida es muy corta para pasarnosla peinandonos las imperfecciones, besos!
Alma, no hay forma de echarse abajo todas las limitaciones/fronteras, a lo más puede cambiarse unas limitaciones por otras, o mas precisamente, ampliar las fronteras, expandirlas, pero nunca eliminarlas.
Mi otro yo, el punto de partida hacia mí, seguramente será también mi punto de llegada.
Lola, tienes toda la razón...
De hecho, uds. tres tienen toda la razón.
Saludos.
Hugo, claro que vamos pasito a pasito, pero a mi modo de ver, cuando amplías un frontera, ya la anterior no está. Tienes ésta que te coloca en este nuevo espacio...es como aquello del río, el que ves no es nunca el mismo.
...pero creer que no podemos echar a bajo las limitaciones es en sí una limitación :))))
Alma: justamente de eso se trata el post, de asumir mis limitaciones. De lo otro, esto es, de crecer, de superar barreras, de ampliar fronteras, o de arrastrarlas a donde uno va, siempre habrá mucho que hablar, sobre todo porque es un tema en el que todos pueden tener razón a la vez.
De hecho, si uno se pone a profundizar más, nada, absolutamente nada permanece igual.
El conocimiento de las limitaciones es la llave de la libertad... es una puerta que tiene forma de atajo bajo, sobre o alrdedor de la gran roca que tienes delante.
Libertad no es hacer lo que te da la gana, sino que no hacerlo no te impida llegar donde quieres.
No. Nadie ha diho que sea fácil.
Y si prueban cortando las amarras lógicas y empiezan otra vez????
Besos ilógicos.
Golfo, que tal si el reconocimiento de tus limitaciones te lleva a descubrir que tú mismo eres la roca de la que hablas?
DudaDesnuda, te haré caso... claro que lo haré.
Mi querido Hugo.. he llegado a la conclusión.. (los años me han ido cambiando en este aspecto) que la única limitación que el ser humano debe tener, es no hacer daño sea que sea a ti mismo o a otra persona, sin interesar si significa algo o no en tu vida. Algunos dicen que es inevitable ocasionarlo. Sobre todo cuando uno está siempre expuesto a tomar riesgos. Sin embargo, yo lo dudo, eso está en la madurez de cada persona. Y lamentablemente muchos dejan este mundo luego de muchos años de permanencia sin una gota de madurez. El afan de experimentar todo lo que la vida te de es mal entendido con utilizar a las personas con tal de tú hacer el gran experimento. Y se podrá años más tarde llenarse la boca de decir: He vivido. Sólo nos daremos cuenta, de que hay más vacíos que momentos auténticos.
Lo otro, a lo que se puede llamar "el reconocimiento de las propias limitaciones", no es más que un acto de cobardía en búsqueda de conciliar la conciencia con lo que uno no quiere reconocer que es capaz de hacer o no se atreve o es incapaz de entender o cambiar algun defecto. Sin embargo, tener defectos no es tener limitaciones. Reconocer que tienes otros "límites" a los que autodenominamos "propios" es simplemente la cara encubierta del decir: "no me atrevo, es demasiado" o "así soy, ni modo o aceptas el paquete tal cual o simplemente lo devuelves y pides el reembolso de lo invertido". Si se puede cambiar, lo que sucede es que es más facil decir que no. Así, te excusas de daños a terceros. Ma. José.
Ma José, un gusto hablar contigo después de tanto tiempo.
De lo que escribes veo que discrepas de casi todos los comentaristas que te preceden, quienes también discrepaban con mi post. Sin embargo, veo que también discrepas con mi post.
Finalmente, veo que tambiés discrepas contigo misma.
Sin embargo, nunca dije que los defectos fueran igual que las limitaciones (es claro que no necesariamente lo son), ni nunca dije que no se puede cambiar (el cambio es inherente a nuestra condición humana).
Los daños a terceros son inevitables, incluso cuando se opta por el no hacer o el no ser (en su sentido de acción) como forma de vida.
No pierdas de vista que madurar es justamente aprender a ir reconocienbdo tus limitaciones, intentar superarlas y vivir en consecuencia.
Roberto, ya sé que va a sonar a desvarío, pero ahora que has mencionado "llama del Perú", cuando encargaron a un escultor francés hacer el monumento central de la Plaza San Martín, en Lima - Perú, representando al Libertador Don Jósé de San Martín sobre un Caballo, y en un nivel inferior varios ángeles representando la libertad y esas cosas; se le pidió que en la cabeza de uno de los ángeles se represente una llama, esto es una flama incadescente... y como imaginarás, el escultor representó una llama echada sobre la cabeza del ángel.
Publicar un comentario