viernes, diciembre 21, 2007

I Believe

Son aproximadamente las seis de la tarde, está oscurenciendo. Estamos en el parque de por la casa, Romina y yo. Acabamos de llegar y, como suele hacer cada vez que vamos allí, ella se acerca corriendo a la imagen de la Virgen de Fátima que hay en una urna en el medio del parque.
Se persigna, mira a varios lados, corre hacia un matorral y coge una flor, regresa hacia la Virgen y coloca la flor a sus pies. En ese mismo instante se enciende la luz de la urna y la Virgen queda iluminada.
Romina regresa corriendo hacia mí, con una sonrisa enorme y con los ojos brillando. "Papá - me dice- he iluminado a la Vírgen". Yo, que observaba todo desde el comienzo, no dudo en lo más mínimo que sea así.

6 comentarios:

Paloma Mensajera dijo...

Que lindo relato. Me encantó!!

La felicidad iba para tu casa y con ella caminaban la paz y el amor.

Felicidades para este año que comienza, que sea la paz y la salud lo más importante en este año para todos . Te quiero mucho.

Fox in the Snow dijo...

Hola Paloma, me acordé de algo que leí hace algún tiempo: "Lo mas importante es el dinero, por que la salud va y viene"

Anónimo dijo...

Beatum Diem Natalem

Fox in the Snow dijo...

Gracias por el saludo de cumpleaños al alma caritativa y generosa que pasó por aquí, sin dejar su nombre.

Anónimo dijo...

De nada... Almudena

Fox in the Snow dijo...

vaya, vaya, Almudena, quien si no tú para acordarte de este Juan Salvador Gaviota desplumado.