sábado, octubre 04, 2008

Lucky Man

Camino por estas calles de Londres donde todos me conocen, y lo hago deliberadamente. Quiero que me vean justamente quienes me conocen.

Estoy con mi casaca de cuero marrón de siempre, mis jeans y botas negras que suelo usar los fines de semana. Nadie puede equivocarse, definitivamente quienes saben quien soy no tendrán la menor duda al verme.

Son pasadas las seis de la tarde y está oscuro ya.

Camino sin mirar a nadie en particular, tropiezo con varios y no respondo a sus reclamos. Quiero que me miren, que me observen bien.

Me detengo en la esquina entre Library St con Davidge St. Miro a todos lados y nadie en particular se ha detenido a observarme. Soy el mismo, entonces. Sin embargo, soy distinto.

He cambiado, aunque por fuera siga siendo el mismo. La suerte, la alegría, la risa han adquirido un nombre propio para mí. Yo, de mirada siempre amargada, he conocido por fin lo que es estallar en miles de luces de colores. Yo, de apariencia gris por fuera, estoy iluminando el cielo de Londres con los fuegos artificiales que lanzo desde mis ojos.

Pienso en tí, me acomodo el cabello que hace un par de horas revolviste, miro al cielo mientras río con una euforia nueva para mí. Soy distinto ahora, grito, i'm a lucky man.

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