sábado, febrero 07, 2009

Just a perfect day

El atlántico es un pozo calmo, que se agita en infinitas olas pequeñitas al paso de nuestro bote. Un pozo repleto de bichitos luminosos que nos hacen sentir como si navegáramos en un mar fosforescente. Casi no hay viento, y casi no podemos ver las estrellas de tanta luz que va de abajo hacia arriba.

Me dijiste un día, llévame a alguna isla de Colombia y hoy es ese día prometido. Cansados de tanto jugar y perseguirnos por la playa estamos ahora en este bote, acariciándonos, dándonos todo lo que quisimos darnos.

Estamos abrazados, completamente desnudos, agitados y sonrientes. No decimos nada, no hace falta. Hemos dejado al tiempo y a todo lo demás abandonados en la playa, junto a nuestra ropa.

Estamos abrazados y no queremos soltarnos, te beso repetidamente en los labios y tu me miras y miras como queriendo memorizar cada facción mía.

El bote se va deslizando lentamente en este mar iluminado, y nosotros somos como dioses ahora. Acerco mis labios a tu oido y te digo gracias por tanta felicidad, tu ries encantada y besas todo mi rostro.

En mi cabeza empieza a sonar la voz de Lou Red cantando "just a perfect day" y empiezo a cantar yo para tí.

1 comentario:

Golfo dijo...

Si Lou Reed hubiese podido estar como tu, en el paraíso, no hubiese escrito una canción irónica sobre una felicidad urbana. Lo vuestro llega bien lejos. Pero si, a veces suena Perfect Day en lugarse de lo más inesperado.