Con mis labios pegados a tu oído te digo: antes de ti era tan solo un peatón más de la vida, un caminante de caminos conocidos. Antes de ti era tan solo un hombre, pero ahora soy un dios que habita el cielo contigo.
Sonríes incluso con los ojos y me dices, mirándome fijamente, te quiero muchote.
Yo, sin saber qué decir, de tanto y tanto que quiero decirte, paso mi rostro por tus labios, para que impregnes tus besos en todo lo visible de mí. Yo sin saber cómo reír, de tanta y tanta felicidad a tu lado, respiro tu olor, para que impregnes tu presencia en todo mi interior.
Sonríes incluso con los ojos y me dices, mirándome fijamente, te quiero muchote.
Yo, sin saber qué decir, de tanto y tanto que quiero decirte, paso mi rostro por tus labios, para que impregnes tus besos en todo lo visible de mí. Yo sin saber cómo reír, de tanta y tanta felicidad a tu lado, respiro tu olor, para que impregnes tu presencia en todo mi interior.
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