El Libro de Mario Vargas Llosa, "Lituma en los Andes", no es un gran libro, pero sí hay en él un par de escenas que me impresionaron y marcaron mucho: El asesinato de los tres francesitos por unos Senderistas adolescentes, y la matanza de las vicuñas del mudito, también por otros Senderistas.
No pude, y aún hoy no puedo, sacarme de la mente esas imágenes violentas enmarcadas en un paisaje inmenso, verde, silencioso, bajo un cielo azul marino y estrellado. Tal vez porque mi infancia transcurrió en la sierra, y los paisajes y el ambiente serrano siempre estuvieron asociadas en mi mente a la tranquilidad, a la paz que no se puede tener en la ciudad.
A veces escucho en mi cabeza el "¡señor! ¡señor!" del francesito a punto de ser linchado. A veces siento que algo me duele en la garganta al pensar en el mudito frente a sus vicuñas baleadas, frente a sus vicuñas muertas que eran su alegría, su familia, su todo.
Sin embargo yo nunca viví directamente, ni de cerca la violencia de Sendero.
Las imágenes de los coches bomba y los muchos muertos, siempre me parecieron otro país, otras gentes, otro dolor.
Es curioso pero es recién con Lituma en Los Andes, libro que leí hace unos 05 años, que tomé conciencia de la violencia real de Sendero, no de la violencia periodística de perros ahorcados, sino de la violencia ésa que la sientes dentro de tí, haciendo mierda tus sentimientos, haciendo mierda tu supuesta formación católica occidental, haciendo mierda tus patrones de justicia social...
El resumen de los informes de la Comisión de la Verdad, "Hatun Willakuy", sólo confirma el hecho que fueron los campesinos los que más sufrieron la violencia de Sendero y del Gobierno... confirma también que tras siglos y siglos les seguimos robando sus almas; porque nosotros, seamos o no mestizos, no somos ellos; porque por toda la compasión que podamos sentir no podremos quitarles el dolor ya producido, ni el daño ya causado...
Quienes somos y con qué derecho nos asumimos superiores y hacemos lo que hacemos?...
En los noticieros de ayer pasaron las imágenes de un hombre quemado vivo por los pobladores de un pueblito de juliaca. El pobre hombre fue golpeado, atado a un poste, y luego le prendieron fuego... por haber robado un balón de gas.
Quienes ejercieron toda esa violencia también eran campesinos, entre ellos muchas mujeres, y el camarógrafo hecho un imbécil sólo se limitó a filmar la escena (a la mierda con el periodismo y su abstención de interactuar con el hecho noticioso)... no sé ustedes pero eso me impresionó mucho. Un hombre quemándose ante tus ojos, un ser humano gritando desesperado, aterrorizado... un montón de personas, seres humanos, golpeando, hiriendo, mirando.
Quienes se han creido que son esos campesinos de mierda para hacer eso?
Con qué derecho ejercen toda esa violencia contra sus semejantes?
Es el resultado de toda la violencia que, a su vez, se ejerció contra ellos?
Somos entonces, nosotros, culpables de todo ello?
Cómo es que después de todo eso la noticia más importante de ayer sea la renuncia de unos pinches periodistas de un programa político?
Cómo es que ninguno de mis compañeros de trabajo comentó sobre tal hecho?
Me siento como los francesitos o como el mudito... tengo un nudo en la garganta, y tengo algo así como unas ganas de llorar...
Y como ellos, no tengo, aunque quiero, gran cosa que decir al respecto.