lunes, diciembre 13, 2004

Crecer

El cielo azul lleno de agujeritos brillantes abría sus brazos para mí (A mis doce o trece años no me importaba echarme boca arriba en el techo).
El ruido cotidiano de la cena en plena preparación, la voz de papá, de mamá, o de alguno de mis hermanos, y de todos a la vez, en una secuencia desconocida para mí, pero que ahora reconozco como música, me aislaban del entorno.
Yo, seguro, absolutamente seguro de que el mundo y la felicidad eran completamente míos, me dedicaba a no pensar, a ser todo y nada a la vez, me dedicaba a saborear cada segundo transcurriendo por cada parte de mí.
Yo, seguro, absolutamente cierto de estar en la cima del mundo, me dedicaba a ser todos los sueños del mundo, a tener todos los sueños del mundo.
Pero en ninguno de ellos me veía así como me veo ahora que despierto, en mi cuarto alquilado, con el ruido de voces ajenas al otro lado de las paredes, con la tensión de que se me está haciendo tarde para llegar al trabajo.
A través de la ventana, sucia, con marcos de fierro oxidados, sólo puedo ver un poco de cielo gris.
La realidad huele un poco a guardado, y otro tanto a cera de piso.
Quiero cerrar los ojos y volver al sueño... no, no al sueño. Quiero cerrar los ojos y volver a casa, volver al techo, la cima del mundo, levantarme y bajar corriendo a abrazar a la voces que me arrullaban. Sentarme a la mesa con ellos y contarles que soñé mi soledad.
Contarles que no quiero crecer.

viernes, noviembre 12, 2004

Sobre Romina

Todos los días tengo mucho que decir de Romina, y sólo a veces logro decir algo adecuado.
Aquí otro intento.

martes, noviembre 02, 2004

Morrisey, tú eres la presa.

Las buenas cosas no suelen ser reconocidas por el común de los mortales, y no sólo eso, sino que los indicadores usuales de éxito, es decir las ventas, por lo general (en realidad, siempre) están del lado de lo más banal y superfluo.
Los libros de Oscar Colchado Lucio o de Cronwell Jara pasan desapercibidos, y sin embargo Sergio Bambarén o Santiago Roncagliolo tienen las revistas culturosas y las góndolas principales de las librerías a su disposición.
Los discos de La Ley, Maná, TK o Líbido, se promocionan hasta el cansancio, a sabiendas que sólo se dedican a hacer jingles publicitarios (es música eso?), en tanto que nadie habló del Singles de Suede, del Cuatro Caminos de Café Tacuba, ni mucho menos del You Are the Quarry de Morrisey.
Estoy hablando de Perú.
De este pequeño y chato país, que curiosamente es como todos los demás en eso.
La estupidez sí que es democrática.
Recuerdo haber conseguido libros de Borges, de Guy de Maupassant, de V.S Naipaul, de Pessoa, de Lezama Lima, Roberto Bolaño, y otros tantos más a precio de regalo; sin embargo, los Dan Brown, los Mario Puzzo, las Isabel Allende, los Paulo Coelho, los Osho, los Deepak Chopra, los Cuáhtemoc Sanchez, y otras tantas escorias más, suelen costar un chupo de plata.
Se han percatado que los discos de Ricky Martin, Britney Spears, Justin Timberlake y un largo etcétera más de figuras de cera, suelen ser mucho más caros que, por poner un ejemplo, los discos de Radiohead?
En fin, divagaciones.... el sábado se publicó una promoción en Saga Falabella: discos a S/. 20.00. Y en la lista encontré el 4 Caminos de Café Tacuba, y el You Are The Quarry de Morrisey.
Dos emociones se mezclaron en mí:
1ero. "gente cojuda que no sabe lo que está vendiendo". Cierta satisfacción personal, de poseedor del conocimiento.
2do. "putamadre, qué abuso". Congoja por el poco respeto a quienes sabes que valen mucho más que eso.
Qué mas dá.
Por fin tienen ustedes entonces la oportunidad de salir de la sordera a la que nos somete la radio. Vayan y compren los discos de Café Tacuba y el de Morrisey... sobre todo el de Morrisey. Cómprenlo, vayan a casa y siéntense a escuchar música de verdad. Empiecen por The First of The Gang To Die, que no es la mejor del disco pero sí la más asequible en primera.
Les aseguro que saldrán con la satisfacción del que se ha matado estudiando y ha aprendido algo:
que en esta vida hay cosas que valen la pena, aunque haya gente cojuda que no lo note.

miércoles, octubre 20, 2004

Otro amanecer en la tierra

Romina despierta,
mira a todos lados en silencio,
se despereza
busca algo con sus ojitos negros brillando
y me encuentra
observándola medio escondido tras la puerta de la habitación;
se sienta,
me dice hola con su manito,
sonríe,
y recién empieza el día para mí.

martes, octubre 12, 2004

Generación Sub Zero

La palabrita del título, la verdad, no me gusta.
La leí en algunas de mis lecturas precoces, veloces y desordenadas de poetas san marquinos pertenecientes al grupo Neón.
Y no es que no me gusten las clasificaciones o identificaciones que, por cierto, no me gustan. El asunto es más superficial y más sentimental a la vez.
Sub Zero siempre me llegó al pinocchio.
Es más, de entre los juegos de video, Mortal Kombat es el que menos me gustó.
Si es que hubiera de clasificarme en alguna generación, la mía tendría que llamarse Generación Street Fighter, Generación Mario Bros, o, ya más genéricamente: Generación Super Nintendo.
Y es que el Súper Nintendo es la frontera entre los juegos exclusivamente para niños timberos, y los juegos RPG, o QUEST, ya mucho más elaborados y para público mayorcito.
Y sin embargo, la Generación Súper Nintendo ya es también una generación pasada de moda.
Ahora la división está entre tarados que viven en los libros, y tarados que viven en google.
Por eso, justo por eso, ahora me doy el lujo de escribir estupideces. Porque puedo percatarme que quienes escriben buscan ser correctos, buscan demostrar que han leido, o por lo menos que piensan...
Yo no busco demostrar nada, ni intento ser coherente: escribo sólo porque quiero conseguir un hit combo (32 golpes) que me permita ganarle la pelea a mi resistencia a escribir...
tan sólo eso.

jueves, octubre 07, 2004

De cara ante las estrellas

El Libro de Mario Vargas Llosa, "Lituma en los Andes", no es un gran libro, pero sí hay en él un par de escenas que me impresionaron y marcaron mucho: El asesinato de los tres francesitos por unos Senderistas adolescentes, y la matanza de las vicuñas del mudito, también por otros Senderistas.
No pude, y aún hoy no puedo, sacarme de la mente esas imágenes violentas enmarcadas en un paisaje inmenso, verde, silencioso, bajo un cielo azul marino y estrellado. Tal vez porque mi infancia transcurrió en la sierra, y los paisajes y el ambiente serrano siempre estuvieron asociadas en mi mente a la tranquilidad, a la paz que no se puede tener en la ciudad.
A veces escucho en mi cabeza el "¡señor! ¡señor!" del francesito a punto de ser linchado. A veces siento que algo me duele en la garganta al pensar en el mudito frente a sus vicuñas baleadas, frente a sus vicuñas muertas que eran su alegría, su familia, su todo.
Sin embargo yo nunca viví directamente, ni de cerca la violencia de Sendero.
Las imágenes de los coches bomba y los muchos muertos, siempre me parecieron otro país, otras gentes, otro dolor.
Es curioso pero es recién con Lituma en Los Andes, libro que leí hace unos 05 años, que tomé conciencia de la violencia real de Sendero, no de la violencia periodística de perros ahorcados, sino de la violencia ésa que la sientes dentro de tí, haciendo mierda tus sentimientos, haciendo mierda tu supuesta formación católica occidental, haciendo mierda tus patrones de justicia social...
El resumen de los informes de la Comisión de la Verdad, "Hatun Willakuy", sólo confirma el hecho que fueron los campesinos los que más sufrieron la violencia de Sendero y del Gobierno... confirma también que tras siglos y siglos les seguimos robando sus almas; porque nosotros, seamos o no mestizos, no somos ellos; porque por toda la compasión que podamos sentir no podremos quitarles el dolor ya producido, ni el daño ya causado...
Quienes somos y con qué derecho nos asumimos superiores y hacemos lo que hacemos?...
En los noticieros de ayer pasaron las imágenes de un hombre quemado vivo por los pobladores de un pueblito de juliaca. El pobre hombre fue golpeado, atado a un poste, y luego le prendieron fuego... por haber robado un balón de gas.
Quienes ejercieron toda esa violencia también eran campesinos, entre ellos muchas mujeres, y el camarógrafo hecho un imbécil sólo se limitó a filmar la escena (a la mierda con el periodismo y su abstención de interactuar con el hecho noticioso)... no sé ustedes pero eso me impresionó mucho. Un hombre quemándose ante tus ojos, un ser humano gritando desesperado, aterrorizado... un montón de personas, seres humanos, golpeando, hiriendo, mirando.
Quienes se han creido que son esos campesinos de mierda para hacer eso?
Con qué derecho ejercen toda esa violencia contra sus semejantes?
Es el resultado de toda la violencia que, a su vez, se ejerció contra ellos?
Somos entonces, nosotros, culpables de todo ello?
Cómo es que después de todo eso la noticia más importante de ayer sea la renuncia de unos pinches periodistas de un programa político?
Cómo es que ninguno de mis compañeros de trabajo comentó sobre tal hecho?
Me siento como los francesitos o como el mudito... tengo un nudo en la garganta, y tengo algo así como unas ganas de llorar...
Y como ellos, no tengo, aunque quiero, gran cosa que decir al respecto.

viernes, setiembre 24, 2004

Algo que decir...

Estaba pensando en algo brillante que poner aquí, pero este espacio de porquería sólo admite letras.

martes, setiembre 14, 2004

Lo que efectivamente cuesta el pasaje escolar

Te ví cuando querías subir al Bus, con tu uniforme gris y tus cuadernos en una mano, tratando de impulsarte y de abrirte paso entre toda la gente que subía; y ví cuando el Bus, ya repleto de gente, empezó a arrancar sin darte tiempo a subir del todo, pero igual lo intentaste de nuevo y cuando ya estabas por sujetarte bien el chuli te agarró de la cabeza y te empujó hacia afuera.
Tenías, al igual que yo, que ir al Colegio, y como eras más empeñoso te adelantaste en unos minutos en salir de la casa.
Me extrañó verte aún en el paradero, pero me impresionó más percatarme que al final no pudiste subir al Bus de porquería.
Te quedaste parado sin saber cómo reaccionar... fue entoces cuando me viste.
Pude darme cuenta (por tu carita roja, por tus orejas rojas, por el temblor de una de tus mejillas, por tus ojos llorosos) que tenías verguenza y ganas de llorar.
Soy tu hermano mayor y no pude hacer nada por tí, no pude reaccionar a tiempo y ni siquiera tuve valor para gritar y mandar a la reputa al hijo de su madre que te había empujado... opté por disimular, y hacer como si no hubiera visto nada. Como si nada hubiera pasado.
Me sonreiste y te paraste a mi lado a esperar otro Bus que se detenga a recogernos... otro Bus en el que tal vez volverían a hacer lo mismo, pero esta vez con nosotros dos.

jueves, setiembre 09, 2004

Durazno

Hace un par de días, Romina (mi hija, de quien mucho hablaré luego), probó por primera vez en su vida, aún nueva (tiene un año y 03 meses), un Durazno.
El placer que ví en su carita me reveló lo mucho que vamos perdiendo con el paso de los años. Para ella el centro de su atención y de su placer estaba en comer el Durazno y en su sabor; no se fijaba en lo más mínimo en que se estaba mojando su carita, sus manos, y su ropa, y menos aún se fijaba en si el Durazno estaba o muy maduro, o muy verde, o en cualquier otra nimiedad en la que nosotros sí solemos fijarnos.
Ese placer por las pequeñas cosas, que en esencia estructuran la vida entera, se va atenuando con la rutina o con el conocimiento, hasta desaparecer, o hasta tornarse en una imitación barata del mismo.
He decidido, por ende, hacer un espacio en mi Disco Duro (mi cabeza) exclusivamente para las cosas de mi bebe... así podré revivir en mí los placeres que me fueron dados y ya no están.

martes, setiembre 07, 2004

Lejos del dolor?

Hace un par de días ha muerto violentamente un montón de gente en Rusia, y nunca la distancia territorial ha sido tan corta como para sentir el dolor ajeno.
Cuando uno se cree curado ante tanta violencia real y ficta en la televisión, en el cine, en la literatura y en la vida toda, de pronto tienes golpes como éstos, fuertes, fuertísimos... ¿qué sómos? ¿de qué estamos hechos? ¿cómo podemos quitar la vida de otros seres humanos, y más aún de niños, de nuestros niños (porque todos los niños del mundo podrían ser nuestros hijos, y de hecho lo son), en nombre de pinches pedazos de tierra, de ideologías, de dinero y de otras mierdas más? es más ¿cómo es que después de causar tantas muertes los asesinos pueden seguir viviendo su vida?.
¿y cómo es que después de ver y sufrir tantas muertes, cercanas o lejanas, seguimos nuestras vidas como si nada?.
¿de qué estamos hechos? ¿qué somos?

miércoles, setiembre 01, 2004

Empiezo con una despedida

No es una buena cosa, lo sé... sin embargo, y por una de esas malditas premoniciones infundadas e injustificadas, hoy he sentido como que estos posts no van a durar mucho.
En todo caso, ya que alguna vez ha de haber un último post, agradezco de antemano a todos aquellos que se perderán todo lo que no escribiré, a pesar de todo lo que escriba.